Evangelio Lectio Divina para el Quinto Domingo del Tiempo Ordinario - 5 de febrero de 2023
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que por la luz del Espíritu Santo instruiste los corazones de los fieles, concede que por el mismo espíritu Santo podamos ser verdaderamente sabios y disfrutar siempre de sus consuelos, por Cristo Nuestro Señor, Amén.
LEER
Jesús dijo a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se podrá condimentar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisoteada. Vosotros sois la luz de del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para luego ponerla debajo de un almud, sino que se pone sobre un candelero, donde alumbra a todos los que están en la casa. Así también vuestra luz. debes brillar ante los demás, para que vean tus buenas obras y glorifiquen a tu Padre celestial."
Eres la sal de la tierra .
Ponemos sal a nuestra comida para darle sabor y ayudar a que dure más. El llamado de los cristianos a ser "la sal de la tierra" es un llamado a traer bondad y justicia al mundo, porque la bondad y la justicia duran generaciones y están llenas de vida, mientras que el mal es insípido y se desvanece. Esto puede parecer contrario a las creencias comunes. En nuestra cultura, son los justos a quienes a menudo se les llama aburridos e insulsos. Lamentablemente, esto ha alejado a muchos jóvenes de la fe . Creen que los que hacen el mal son los divertidos. Pero ese no es el caso. Las malas acciones que parecen divertidas duran sólo un momento, mientras que el que hace el bien tiene un gozo duradero incluso en medio del peligro y la adversidad, que les ocurren con bastante frecuencia a quienes tienen hambre y sed de justicia. Como escribió GK Chesterton: "El acto de defender cualquiera de las virtudes cardinales tiene hoy todo el regocijo de un vicio".
Es posible que haya habido un momento y un lugar en el que hacer lo correcto mantenía a uno a salvo, ya que durante algún tiempo y al menos en algunos lugares, la gente vivía en una sociedad donde normalmente se practicaban las virtudes. Pero en nuestra sociedad actual, ese no es siempre el caso. A menudo se castiga a una persona por defender lo que es correcto. Una persona puede tomar un camino intermedio que evite tanto el vicio como el conflicto. Pero si realmente vamos a practicar la virtud y la vida cristiana, nos enfrentaremos a una montaña rusa. Ciertamente no será aburrido. No hay mejor manera de darle sabor a la vida que viviendo por la fe, la esperanza , el amor, la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. De hecho, diría que es la falta de estas virtudes lo que hace que una vida de maldad sea tan insípida. Pero, como sabe todo buen chef, es el equilibrio perfecto de los ingredientes adecuados lo que crea el plato.
Sin duda, demasiada sal abrumará un plato. Esta cualidad refleja la necesidad del cristiano de permanecer humilde en todas las situaciones y de complementar los sabores de aquellos a quienes acompaña. La sal resalta el sabor de un plato. De la misma manera, los cristianos deben sobresalir en resaltar las buenas cualidades de los demás. Esto requiere mucha práctica, y puede incluso llevar a los pusilánimes a abandonar el intento, pero con la dosis adecuada de fortaleza el cristiano sigue adelante en aras de la justicia.
Eres la luz del mundo .
Hay mucho simbolismo en esta línea. Se podría decir que ser la luz del mundo significa vivir una vida de pobreza y sencillez, evitando las influencias oscuras del mundo, para servir como un ejemplo brillante para los demás, mostrándoles el amor y la compasión de Dios. En términos más generales, también podría significar que estamos llamados a vivir una vida de santidad, promoviendo el bien a través de nuestro amor a Dios. Los santos de siglos pasados a menudo se representan en el arte con un halo porque había un cierto tipo de luz en su presencia. La santidad trae consigo una luz, y la gente nota esa luz cuando entra en una habitación.
“Vosotros sois la luz del mundo” también podría significar que el cristiano está llamado a traer verdad y sabiduría al mundo. Asociamos una bombilla sobre la cabeza con tener una gran idea, porque existe una conexión etérea entre ver la luz y ver la verdad. Cuando tenemos una buena idea, es como si viéramos la verdad con mayor claridad, como si alguien nos iluminara. Como cristianos, estamos llamados a ser ese tipo de luz para los demás, a revelarles la verdad. En este sentido, los cristianos están llamados a ser líderes, promoviendo el conocimiento de Dios y sirviendo como fuente de guía para los demás.
El llamado de Jesús a sus discípulos a ser la "sal de la tierra" y la "luz del mundo" es un llamado a vivir una vida de servicio, humildad, moralidad, verdad y sabiduría. Al vivir una vida de pobreza y sencillez, promover el bien común y servir como líderes y fuentes de orientación, los cristianos pueden llevar el amor y la compasión de Dios al mundo.
“Una ciudad asentada sobre una montaña no se puede ocultar. Ni encienden una lámpara y luego la ponen debajo de un almud”.
Sin embargo, ¿con qué frecuencia hacemos precisamente eso? Decimos que no queremos imponer nuestra fe a los demás. O la fe es un asunto personal, por lo que no debería obligar a nadie a creer. Pero no estamos obligando a nadie a creer cuando simplemente hacemos brillar la luz de Cristo. Sin embargo, tenemos que expresar nuestra fe de alguna manera para que brille. No podemos simplemente asumir que la gente sabe que somos cristianos y luego afirmar que estamos siendo modestos al no decírselo a nadie. Si las buenas nuevas de Jesucristo realmente viven en nosotros, deberían ser evidentes en todo lo que hacemos y decimos. Las personas deberían notar a Dios viviendo en nosotros tal como notan una luz en la oscuridad.
ORAR
Querido señor,
Si somos la luz del mundo es porque tú vives en nosotros. Ven y abre los corazones de todos los miembros de la Iglesia para que ella pueda brillar con tu luz. Si nosotros somos la sal de la tierra, tú eres el sabor de esa sal. Si te perdemos, no somos nada. Ten fe en nosotros como siempre lo has hecho y perdónanos por las ocasiones en las que no hemos podido brillar y compartir tu verdad, bien y belleza con el mundo. Llena nuestros corazones con tu luz. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
ESCUCHAR
La luz revela lo que estaba en la oscuridad. Hay una gran oscuridad a nuestro alrededor en nuestra cultura y sociedad actual. Creo que el Reino de Dios está a nuestro alrededor y es nuestro trabajo como cristianos encender la luz para revelarla a los demás. A veces eso requiere silenciar todas las demás voces que nos rodean para escuchar la de Dios. Primero, para poder hacer eso, nosotros los cristianos debemos aquietar nuestros propios corazones, para que podamos escuchar lo que Dios nos dice y lo que quiere que digamos a los demás.
Kilby es un escritor independiente de Nueva Jersey y editor en jefe de Catholic World Report . Recibió su licenciatura en humanidades y cultura católica de la Universidad Franciscana de Steubenville. Además de trabajar con los Caballeros de la Sagrada Eucaristía ( knights.org ), se ha desempeñado como periodista para Princeton Packet Publications y Trenton Monitor, la revista de la Diócesis de Trenton. Algunos de sus trabajos publicados también se pueden encontrar en St. Anthony Messenger, Catholic Herald (Reino Unido) y Catholic World Report . Para este último es editor jefe. Encuentre más de sus escritos en ramblingspirit.com .